jueves, 24 de diciembre de 2009

La imaginación

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Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas oportunidades de escapar al terrible veredicto... ¡la horca!

El juez, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente, tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino".

Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda 'CULPABLE', y la pobre víctima aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa.

El juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiro profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos, y con una extraña sonrisa hizo su elección, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca... se lo tragó rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes reprocharon airadamente:

- "¿Pero qué hizo?, ¿y hora?, ¿cómo vamos a saber el veredicto?"

- "Es muy sencillo"- respondió el hombre. "Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que yo elegí".

Con rezongos y enojo mal disimulado debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Moraleja: Cuando todo parezca perdido, usa la imaginación.

LA HISTORIA DE LA CREACIÓN DEL MUNDO SEGÚN UN ANDALUZ

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Ar prinsipio to era oscuriá y Dió nuestro señó creó la lú.
Asín le queó to enfocao, pero no había casi de ná y era aburrío.
Entonse se rascó la cabesa y se dijo: Joé qué muermo, ví a creá argo má grasioso.
Y hiso las planta vegetale y los yerbajo.
Pero entoavía era soso er mundo y Dió se jartaba de eshar siesta porque aún saburría.
Yastá, pensó, haré lo animale pa que se meneen un poquiyo y me den argo de chou espestacular. Y hiso lo bishos. Le salieron de tó los tamaño y colore, pelúos, plumaos, carvos, con pata y sin pata, con diente y sin diente, manso y cabrone y de tó asín en generá.
Aluego lo que pasó es que Dió nuetro señó no sabía cómo repartirlos pol planeta, que era entonse un paraíso terrená bastante apañao, y desidió lo siguiente: Los tiró a tos ar mar oseánico. A los que nadaron los llamó pescaos y setáceos. A los que se cagaron de mieo y se liaron a nadar como locos hasta la orilla los llamó animale terrestre purmonare. A los que se salieron der agua volando y se escondieron en lo árbole los llamó pájaro volaore. Y a los que se ajogaron los llamó cadávere.
Pero aún asín, Dio, el supremo creadó der universo, se seguía aburriendo. Y por eso hiso ar hombre.
Er hombre estaba solo y se mataba a pajillas, se refrotaba en los árbole como un oso y le salían ronshas ener nabo genitá. Fué asín que le pidió a Dió que le hasiera una pareja como lo demás bisho, que estaban tós ennoviaos meno él. Dió se compadesió y le arrancó de cuajo una costilla.
Adán, que se llamaba er tío, se retorsió como un sarmiento. Y si no, probá de arrancarse una costilla y veréi. Y con la costilla le fabricó una hembra que se llamó Evarista, pero la yamaban familiarmente Eva pa que fuera má corto. Adán y Eva se jartaban de foyá. Pero como tó lo repetío cansa, el Adán ar cabo de do año, ya se liaba con toas las mona y las oveja y las marrana del paraíso, con lo cuar la Eva le pidió la separación mu enfadá. Como no estaban casaos no se pudieron desepará y siguieron a lo suyo.
Pero ar cabo der tiempo, el Dió topoderoso, se vorvió a de aburrí, y se le ocurrió que pa que no fuera tó tan fásil ener paraíso, se tenía que inventá argo pa darle emosión. Entonse se sacó una ley que desía que to lo que había ener paraíso se podía comé menos la serpiente.
Yestando un día la Eva y el Adán tocándose los guebo como siempre debajo de una higuera, aparesío por entre las rama una serpiente gorda, maja y hermosa que venía a ofreserle una mansana cojonua golden pa que la probaran. El Adán y la Eva que vieron aquello de una serpeinte con una mansana en la boca, le atisaron un peñaso y se la hisieron al horno. Dió nuestro señó se dio cuenta de que le habían desobedesío y antonse mandó un angelote antidisturbio con porra de fuego y casco de pluma pa que lo espursara der paraíso terrená y se fueran a tomar por culo...!!!
Yahí sacabó la guena vida. La que hay ahora ya la conoséi ustede.
Y no me quiero poné de pesao, pero asín fue la cosa y por eso nos va como nos va.
Lo que no entiendo e porque esharon a los animale.

UNA VACANTE EN LA CIA

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La CIA tenía una vacante para un agente especializado en ejecuciones. Después de semanas de evaluar a aspirantes, quedan finalmente 2 hombres y una mujer. Llegado el día de la prueba final y para definir quién conseguirá el trabajo, los agentes que administran la prueba llevan a uno de los hombres a una puerta grande de metal y le dan un arma.
- Debemos confirmar que usted. seguirá nuestras instrucciones no importa bajo qué circunstancias. Dentro de este sitio, usted encontrará a su esposa sentada en una silla. Tome esta arma y mátela.
El hombre con una mirada de asombro le dice:
- Ud. no puede estar hablando en serio. Yo nunca podré matar a mi propia esposa.
- Bien - dijo el agente, - Entonces Ud. definitivamente no es la persona adecuada para este trabajo.
Así que traen al segundo hombre a la misma puerta, le entregan el arma y le explican los mismos parámetros de la prueba. El segundo hombre mira algo sobresaltado, sin embargo toma el arma y entra al cuarto. Todo permanece en silencio por cerca de 5 minutos, entonces la puerta se abre, el hombre sale del cuarto con lágrimas en sus ojos y dice:
- Intenté matarla..., pero simplemente no pude apretar el gatillo. Supongo que no soy el hombre adecuado para el trabajo.
Los agentes contestaron:
- No, usted no tiene lo que se necesita para esto. Tome a su esposa y vaya a casa.
Ahora les quedaba la mujer. La conducen a la misma puerta y le dan la misma arma.
- Como prueba final, debemos estar seguros que usted seguirá las instrucciones sin importar las circunstancias. Dentro encontrará a su marido sentado en una silla. Tome esta arma y mátelo.
La mujer toma el arma y abre la puerta. Antes incluso de que la puerta se cerrara completamente, los agentes oyen a la mujer descargar el arma completamente. Uno por uno, cada tiro disponible en el cargador. Entonces el mismo infierno se apodera de aquel cuarto. Se oyen gritos desgarradores, golpes en las paredes. Esto continúan por varios minutos y finalmente, todo queda en silencio. La puerta se abre lentamente... y allá está parada la mujer. Se limpia el sudor de la frente y dice:
- ¡Ustedes son unos guachos! ¿Porqué no me dijeron que eran balas de fogueo ? ¡Tuve que matar al hijo de puta con golpes en la cabeza!

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Leyendas para la Navidad

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Desde el 25 de diciembre de hace quién sabe cuántos años en que nuestros antiguos antepasados observaban el cielo y advertían que el sol llegaba a su punto más bajo en el horizonte y desde ese día los días empezaban a hacerse más largos, se festeja de incontables formas esta fecha tan especial. El cristianismo, desde los tiempos del imperio romano, lo llama “el nacimiento de Jesús” y quizás esto guarde relación con los festejos precedentes que alababan al sol que renacía trayendo nuevos tiempos de fertilidad al campo.

Horus para los egipcios, Dionisios para los griegos, Saturno para los romanos… y yendo un poco más lejos Shiva para los hindúes. El sol siempre fue llamado con distintos nombres como los mencionados arriba y si seguimos todavía quedan Mitra en Persia, Huitzilopochtli en Tenochtitlan, Frey para los germánicos, Inti para los incas, Krishna, Helios, Apolo y hasta Jesucristo.

Todos los dioses, de una u otra manera, nacían en el solsticio de invierno. Finalmente, la navidad quedó asentada como la conocemos hoy entre los años 350 y 360 en las fechas en que los romanos festejaban el “nacimiento del sol invicto”.

Hasta aquí la historia y ahora el mito.

Se cree que Santa Claus fue probablemente un obispo turco del siglo IV, su leyenda se habría extendido por Europa en la edad media y habría llegado finalmente a New York en alguno o varios de los barcos que llegaban como olas desde el siglo XVII cargados de holandeses. La leyenda se volvió mítica con la invención de dos escritores neoyorquinos y una verdadera creación a través del increíble poder propagandístico de Coca Cola. Así volvió a Europa la nueva leyenda convertida en mito y probablemente un hito histórico en el siglo XIX o XX, y el personaje que antes viajara en barco volvió en su trineo por Inglaterra primero y después por el resto de Europa.

En sus viajes por el mundo, la Navidad fue juntando costumbres. Cuando Santa Claus llegó a Francia se fusionó con Bonhomme Noël, hecho por el cual en muchos lugares se lo conoce como Papá Noel. De paso por Alemania de encontró con la antigua tradición germánica que adoraba a Frey decorando un árbol que simbolizaba el Universo en cuya punta estaba el palacio de Odín y la morada de los dioses.

A lo largo de los países nórdicos Santa Claus resultó volar en su trineo tirado por ocho renos inspirado por el mitológico caballo de ocho patas que montaba Odín.

Hasta aquí el mito y ahora la magia.

Anécdota de un medio sordo

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Hace 15 años, un familiar mio, visitó a un amigo a un pueblecito de Extremadura, se fueron al campo en el coche y se les cruzó un ciervo en medio del camino no frenaron a tiempo y desgraciadamente el ciervo murió, como es natural lo cogieron y lo metieron en el maletero del coche. Cuando llegaron a casa le contó a su padre (sordo) lo sucedido, este se quedó pálido y les dijo: ¿Qué habeis hecho con el muerto? ¿Habéis avisado a la policía? ¡Qué vamos a hacer! pues no contestó el hijo, lo metimos en el maletero, lo cortamos y congelamos... El padre desesperado casi le da un infarto ya que pensaba que habían matado a un ciego. Y todo esto pasa por ser sordo.